El cultivo de soja según datos de FAO ocupa más de 16.000.000 ha en Argentina, en su gran mayoría con métodos convencionales de producción y cultivares genéticamente modificados para dar resistencia a la aplicación de herbicidas.
Los genotipos de soja pueden clasificarse según el grupo de madurez y permiten una amplia distribución geográfica. Actualmente en el campo experimental de FACA UNCo docentes de la asignatura Cultivos especiales, no docentes y extensionistas de INTA están llevando adelante una experiencia para evaluar 3 cultivares no modificados genéticamente y sin uso de agroquímicos, con el objetivo de tener una primera aproximación sobre la capacidad de adaptación del cultivo a las condiciones ambientales del Alto Valle y a métodos de producción amigables con el ambiente para la producción de alimentos.
Para ello se sigue el desarrollo fenológico del cultivo y a madurez se medirá biomasa área y rendimiento en grano. El periodo libre de heladas limita la estación de crecimiento del cultivo y debido al grupo de Madurez de los cultivares utilizados especulamos que el rendimiento en grano puede verse fuertemente disminuido; sin embargo la producción de biomasa parecería ser más que interesante.